Nacido en Barcelona y afincado en Ibiza, el chef Óscar Molina es el responsable de la gastronomía al completo de Ibiza Gran Hotel, que incluye Grand Breakfast en Costa Mara, Pool Restaurant y su proyecto más identificativo: La Gaia. Dicho establecimiento es el restaurante predilecto del hotel y el segundo de la isla de Ibiza en obtener una Estrella MICHELIN.

OSCAR MOLINA, ha creado una propuesta culinaria basada en los productos de Kilómetro Cero donde el mar tiene un gran protagonismo y para la que se surte de proveedores locales, defendiendo el movimiento del Slow Food.

¿Por qué recomienda a nuestros lectores visitar Ibiza? ¿Y a Formentera?

En Ibiza hay mucha magia, es un lugar donde lo encontramos todo, desde un fantástico ocio, hasta una restauración increíble o unas playas maravillosas. ¿Qué mejor sitio para irte de vacaciones, no?

¿Cuál es su rincón de Ibiza y de Formentera preferido?

Esta pregunta es muy complicada, pero yo he sido corredor y eso me ha permitido conocer una Ibiza de interior muy bonita. Me quedo con diferentes lugares, como por ejemplo, la zona de San Mateo, sobre todo para hacer escapadas.

De Formentera no conozco tanto porque trabajando de temporada es muy difícil escaparse. Pero para mí el Parque Natural es el lugar donde reside toda la magia.

¿Qué le hizo elegir Ibiza como destino en el que desarrollar su profesión?

Yo caí en Ibiza por accidente. Estaba de jefe de cocina en otro hotel de renombre en Barcelona y me presentaron un proyecto muy ambicioso donde había una carrera de futuro, y eso es lo que hizo que viniera a Ibiza. La decisión de quedarme aquí después de acabar dicho proyecto fue una consecuencia de muchos factores: de la luz, de la gente, de lo integrado que estoy en la sociedad ibicenca… Al final me siento de donde vivo y aquí es donde estoy más a gusto con todo lo que me rodea.

¿Le inspira la isla de Ibiza para su trabajo como chef?

Por supuesto. Ibiza es una fuente inagotable de inspiración, sobre todo su gente: los agricultores, los pescadores y los ganaderos que me transmiten su ilusión y su trabajo y yo intento crear esa transformación del producto a través de lo que ellos me transmiten. La verdad es que la mía es una profesión muy ilusionante, porque esa transformación del producto local luego obtiene una respuesta de un precio incalculable de un público que siempre está muy receptivo y abierto a todas las nuevas opciones que la isla presenta

¿Ha notado la diferencia de ciudad en su trabajo?

Ibiza y Barcelona son dos localidades muy diferentes. En Barcelona también existe ese público tan receptivo y abierto a conocer, pero la gente cuando viene a Ibiza viene con ganas de mucho. Barcelona es una ciudad muy viva pero es de gente que ya reside más allí, no hay tanto tránsito de turistas de temporada, sino que es durante todo el año. Por lo tanto, la percepción cambia. En Ibiza es todo más fugaz, pero mucho más intenso.

¿Qué tienen de Ibiza y Formentera sus platos?

Lo tienen todo; las Pitusas son la base de nuestras recetas. Nosotros intentamos explicar siempre una vivencia o una experiencia a través de cada plato, por lo tanto, cualquier receta tiene que ver mucho con Ibiza y Formentera. Por ejemplo, una de nuestras recetas se llama Santa Inés y está inspirada en el Pla de Santa Agnès. Para este plato cogemos un trozo de madera de algarroba, la reproducimos en un plato, recreamos una especie de after eight de almendra y simulamos lo que era ese paisaje para nosotros en un plato.

También tenemos otra receta que se llama Ses Matances, en él hablamos de lo que significa ese día para la gente de Ibiza. Nuestro objetivo es representar una jornada de comunidad, de trabajo y ese momento de recompensa que, una vez se ha hecho toda la labor, te permite disfrutar de la comida que has elaborado durante todo el día.

Intentamos siempre explicar a través de nuestros platos los detalles de los ibicencos, las zonas que más nos llaman la atención de la isla y, sobre todo, las vivencias y las experiencias más representativas.

¿Qué receta has creado que represente Ibiza al 100% para ti?

Si tuviera que elegir un plato que represente al 100% la isla no podría decidirme nunca. Pero sí que es verdad que tenemos una receta que está inspirada en un día de pesca que pudimos disfrutar junto a Peix Nostrum. Durante esa jornada, recogiendo las redes nos dimos cuenta de que se capturaban las rayas, pero que apenas se les daba el valor culinario que merecían. Y a mí eso me tocó la fibra y creamos unos raviolis de raya como homenaje  a ese día y a esa experiencia que tuvimos.

Vivencias como estas y aspectos de la sociedad ibicenca que nos marcan son las que nos dan la inspiración necesaria para innovar y para poder sorprender a los clientes que vienen todos los días al restaurante.